Pudiera
escribir desde las etiquetas del “ser nacional” y de la
representación iconográfica de la cultura, que tanto afloran en la
Jornada de la cubanidad, siempre del 10 al 20 de octubre. Pero me
niego a repetir el eslogan, caldo de cultivo para los forcejeos por
despojarnos definitivamente del corazón latiente de la nación.
El camagüeyano Luis Álvarez sustenta que “(…) el factor de la cultura como importante catalizador de la concreción nacional insular ha sido en lo esencial ignorado”. Lo prueba en la tendencia de ver la formación de la nacionalidad desde lo político y lo económico, aunque ya ganan terreno lo sociológico y lo antropológico.